OFRENDA A LOS DIOSES
En tiempos pretèritos, las extensas pampas de Yanawara eran desérticas y pedregosas. Mal que bien,
solo crecían algunas cactáceas gracias a las lluvias temporales que caían sobre los arenales.
Las personas que vivían
en las orillas del rio Wilkamayu se alimentaban de pescar witas, opas qaqas y
otras especies. Pero no habìan suficientes peces para tanta gente. Un día, los más
necesitados determinaron ganar tierras agrícolas. Construyeron pequeñas
lanchas y las comenzaron a llenar de
tierra, sobre la que plantaron papas y maíz.
La necesidad y los sufrimientos hicieron que los
Wilkamayinos, hombres intrépidos. Un día ellos decidieron cruzar el largo y
pedregoso desierto y, luego de caminar por las calurosas pampas, empezaron a
escalar, en fila, abriéndose camino
hasta la loma de la montaña, con el deseo de llegar a la laguna de Salqaqocha
(laguna salvaje) , Llevaban herramientas rudimentarias con las que pensaban
abrir una acequia que comunicara la
laguna de Salqaqocha con las pampas de Yanawara y así irrigarlas .
En cuanto llegaron los hombres, la laguna empezó a
encabritarse, después a agitarse y, por último, a hervir . Como los hombres estaban de sed de tanto caminar,
corrieron hacia la laguna para saciar su
sed y luego asearse. Cuando saciaron su necesidad vital, empezaron a abrir una
acequia con sus herramientas. Esto encolerizó a la laguna que , junto con el
cielo y la montaña , lanzaron fuetes bramidos como nunca se habían escuchado en
la tierra a los que siguieron fuertes precipitaciones pluviales , granizadas y nevadas .Los hombres
audaces , antes de caer muertos , tuvieron que abandonar sus trabajos y
refugiarse en una cuevas gigantescas .
Los hombres retornaron a Yanawara sin cumplir su cometido.
Como el hambre y la sequía continuaban acosándolos, los
hombres de Yanawara se reunieron con el
deseo de intentar, una vez más, traer las aguas de Salqaqocha. No faltó un anciano
que aconsejó a los asambleístas
que llevaran una ofrenda a los dioses. Esta sugerencia fue aceptada por
unanimidad .Pronto empezaron con
los preparativos. Las personas que llevarían la ofrenda serian una
pareja de jóvenes, escogidos por
sus cualidades morales. La ofrenda consistiría
en lo siguiente una carga de sal y una
de maíz, que llevarían un par de llamas. El joven cargaría un tomín de chicha y la muchacha llevaría la coca, Wayruros,
sebo de llama, astillas de chonta, agujas hilos de todo color.
Como seguía la hambruna, la gente continuaba mirando al cielo e implorando a los dioses que
se compadezcan de ellos.
La partida hacia
Salqaqocha fue muy dramática. Los padres de los mancebos protagonizaron escenas
de dolor.
El gigantesco sol miraba desde el infinito a la gente de Yanawara.
Cuando la expedición alcanzó la media altura de montaña,
el cielo se nubló sorpresivamente,
amenazando tempestad, pero ellos seguían escalando , atrás las llamas . La
gente seguía mirando desde Yanawara,
sin moverse de sus sitios. La joven llevaba la ofrenda envuelta en una hermosa
lliqlla floreada. Finalmente, después de escalar varias horas, por fin voltearon la montaña y divisaron la laguna Salqaqocha. La pareja
avanzaba sin inmutarse pese a que el
cielo bramaba, caían rayos, la laguna se
encrespaba. Las llamas continuaban caminando, como hechizadas, como si
conocieran el lugar .De súbito, de la laguna se levantó un fantasma blanco, que
cubrió a los viajeros, pero ellos continuaron desplazándose.
Abruptamente, del etéreo cayó un rayo seco
que estremeció el ambiente y abrió una profunda huella en el suelo. Luego siguió una lluvia torrencial, acompañada de granizada.
En pocos momentos , las montañas , los arboles
y los roquedales se
cubrieron de blanco,. El cielo seguía
encopetado. Sin amilanarse, la comitiva continuaba el viaje. De pronto, vieron que las aguas de
la laguna empezaron a arremolinarse; luego las olas golpearon los peñascos,
produciendo horribles ruidos. Después de
tantos percances, la pareja decidió
acampar en un lugar aparente. Los mancebos dejaron sus bultos y empezaron a
descargar el maíz y la sal que llevaban
las llamas.
Los hombres de Yanawara, permanecían en el lugar de la despedida, ofreciendo
oraciones a los dioses, invocando por la salud
de, los viajeros.
El joven se sacó el sombrero y las ojotas. De la carga de la mujer .sacó una porción de hojas de coca. Se arrodilló a las orillas de la laguna. Igual hizo la mujer.
Cada uno levantó tres hojas de coca, las más ovaladas y grandes y dijeron a una sola voz :
¡Apu Salqaqocha, madre de ríos y manantes , recibe esta
ofrenda , sangre de tus hijos que vienen, por mi intermedio, a suplicarte
tengas la bondad de regalarnos algunas
gotas de agua para regar nuestras tierras ¡
Después los jóvenes, con los dedos, empezaron a excavar un
hoyo para depositar las otras
ofrendas que había traído la muchacha. Después que con solemnidad depositaron la ofrenda,
empezaron a vaciar encima el tomín de chicha. Acto seguido, el mancebo tomó las cargas
de maíz y sal ,las levantó y las echo a las aguas de la laguna .En este instante los jóvenes escucharon que las aguas , musitando, les hablaban :
¡Los echen el maíz y la sal a las aguas .Pónganlos encima de
la balsa que está emergiendo de las
profundidades y embárquense en ella ¡
Loa célibes, sin pensarlo dos veces, se embarcaron con las cargas de maíz
y sal en la bonita lancha de
totora que apareció en la laguna .Pronto,
el cielo empezó a limpiarse y cesó de tronar. Súbitamente la lancha dejó de avanzar. Abruptamente se sumergió
ingresando a un túnel lleno de luz. Los
viajeros miraban el bellísimo panorama, lleno de colores y formas.
Las dos llamas que
habìan quedado en las orillas de la laguna,
después de llenar sus panzas con la paja de la zona , con sus patas delanteras
empezaron a abrir un portillo .Pronto ,
por allí, se desbordaron las aguas y
empezaron a caminar , abriendo una acequia, en dirección a Yanawara .
Después de descansar
unos días, los jóvenes trataron de retornar por el mismo camino, pero la canoa
no se movió. Entonces determinaron quedarse
en la isla de los Urus, dando, de
esta manera, origen a una cultura en el altiplano.
Con el tiempo los pobladores
le cambiaron el nombre a la laguna, llamándola Auroraqocha,
que significa laguna del
amanecer, por las bondades que
dio el pueblo de Yanawara.
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