domingo, 1 de julio de 2012


EL ÚLTIMO DESEO DE QORY OQLLO, ESPOSA Y HERMANA DE MANKO INKA

































Cuando el inka Manko II fue liberado del control de los castellanos en el burgo del Cusco se encaminó, de inmediato, hacia Chinchero, seguido por su hermana y esposa Qory Oqllo. Había empezado la rebelión contra los españoles incendiando Chinchero que se había convertido en un feudo castellano, luego se dirigió hacia Yucay y Ollantaytambo. Hernando Pizarro, sin pérdida de  tiempo, envió un destacamento para capturarlo pero las huestes españolas fueron derrotadas por el rebelde en el hermoso valle de Yucay.
Manko inka, en el año de 1537, llamó al pueblo para que se una a la lucha por la reconquista del imperio del Tawantinsuyo. A las pocas semanas llegaron  de  los 4 suyos, grandes cantidades de soldados principalmente  del Antisuyo, provisto de flechas y arcos y vestidos a la usanza de la selva.
Cuando los castellanos llegaron al Tawantinsuyo, los tawantinsuyanos imaginaron que eran dioses que venían a salvar al imperio de la guerra fratricida que se había desatado entre Waskar y Atawallpa; sin embargo, después que Atawallpa fuera asesinado por los iberos, se dieron cuenta que no eran dioses sino invasores. Cuando vieron a éstos por primera vez creyeron que  eran dioses porque estaban vestidos con armaduras de hiero, y cada uno de ellos portaba un escudo y una espada. Cabalgaban sobre un animal desconocido que mordía  fierro _brinda_ y botaba chispas al chocar sus herrajes con el empedrado del piso.  Pensaron además  que el caballo y el hombre formaban un solo ser; entonces corrieron a prosternarse frente a ellos y ofrecerles oro en polvo en bateas, creyendo que los caballos se alimentaban de este metal precioso.
Cuando Manko Inka atacó a los españoles con más  de  200,000 soldados, los españoles desesperados se refugiaron en la urbe del Cusco, armaron barricadas con piedras y palos pero los tawantinsuyanos comenzaron a incendiar algunas partes de la ciudad imperial.
¿Y cómo eran las armas de unos y otros? Los españoles les tenían arcabuces, pequeñas armas de fuego personales que cargadas de pólvora disparaban proyectiles mortales que eran una mescla de piedras y fierros produciendo espantosos ruidos. Mientras que los inkas tenían hondas que disparaban pequeñas piedras. El castellano tenia una espada de acero; el inka una porra de palo con un casco metálico y su cuerpo con una coraza también metálica; el andino tenia como casco y coraza palos forrados con cueros. El  español se desplazaba de un lugar a otro a trote, montando sobre un caballo, atropellando a todo adversario, el peruano luchaba a pie. Por último los peninsulares tenían como aliados a mucha gente del mismo Perú que se pasó a sus huestes; además tenían unos galgos carnívoros que atacaban a la gente.
España, tenía una experiencia guerrera de dos mil años, con guerras libradas en Europa y Asia. Recientemente se había liberado del dominio de los árabes después de 8 siglos de opresión. Por consiguiente su capacidad de guerrear y matar era inmensamente superior a la de los tawantinsuyanos que eran un pueblo con una cultura de vida y no de muerte.
Por consiguiente; el Tawantinsuyano se encontraba en la etapa prehistórica, mientras que España en la etapa histórica que conocía la pólvora, escritura y brújula.
‘’Los castellanos, que estaban cercados por los tawantinsuyanos en la ciudad del Cusco, sabían que iban a morir por falta de alimentos. La única  posibilidad que les quedaba para defenderse y así todavía prolongar sus vidas era tomar el Apu –cerro sagrado_ saqsaywamàn, que por su ubicación en la parte alta y nororiental de la ciudad desde un punto de vista militar era un lugar estratégico, al punto que los españoles lo llamaron fortaleza de saqsaywamàn’’.
En tiempo de los inkas, como costumbre _en vez de sacrificar ejércitos _podían retarse dos contrincantes escogidos por ambos bandos.
‘’En ese trance, Francisco  Chilche, jefe del ejercito  Kañari al servicio de los españoles, pidió permiso a sus nuevos amos para aceptar el reto y salió con sus armas a enfrentar al capitán cusqueño. Se produjo el espectacular y singular duelo. De acuerdo con voluntad de los dioses del Tawantinsuyo debía salir vencedor el hijo del Sol, así ocurría desde hacia siglos, pero para asombro de todos, salió vencedor el Kañari; este hecho desmoralizó a los cusqueños y fue tomado como grave augurio, su creencia fue que el dios Pachakamaq y el Sol habían abandonado a sus hijos. Francisco Chilche, en recompensa, recibió en propiedad las fértiles tierras de Yukay’’.
Después de este incidente negativo para los inkas, los españoles deciden asaltar Saqsaywamàn que estaba ocupado por los partidarios de Manko II. Los castellanos estaban dirigidos por Juan Pizarro quien muere en el asalto. Un hombre que se distingue, en las filas del inka fue Kawide quien, para no ser atrapado por el enemigo, se lanzó de una de las torres más altas muriendo destrozado. Además en esta batalla sucumben 3,000 tawantinsuyanos.
‘’Después de este fracaso  Manko II se retira del Cusco, pero extiende la rebelión por todo el territorio tawantinsuyano, combatió  en más de 100 batallas, junto con su esposa y hermana Qory Oqllo, saboreando el triunfo en muchas de ellas como en Parcos, Jauja, Waytarà, cerca a Lima, pero sin olvidar el dolor de la derrota pasada. En estas batallas Manko comienza a usar el casco, la coraza y espada, y se desplaza montado un brioso caballo. Todo ello arrebatado a los españoles en los campos de batalla. Aprendió rápidamente  la experiencia guerrera de 2,000 años de  los europeos y asiáticos. Sin embargo él prefería matar un caballo antes que  matar a 10 españoles’’.
Qory Oqllo conoció muy bien a su cuñado y hermano Paullo Inka hijo de su suegro Wayna Kapaq que se había declarado enemigo de su hermano Manko Inka. Ella se informó que el conquistador Francisco de Chávez, practicaba la táctica de la tierra arrasada, superando todos los métodos  de terror conocidos  hasta entonces. Entre julio y setiembre de 1539 aquel genocida destruyó cuanto encontró. Incendios, saqueos, asesinatos y violaciones fueron su huella. Se enseñaba con niños y mujeres y se cuentan que hacían cantar su ‘’ilustre nombre’’ antes de ahorcar o quemar a sus enemigos. Tenia el orgullo de haber matado a todos los menores de tres años. En cierta ocasión, de golpe, exterminò a  seiscientos niños indígenas.’’
‘’Tan cerval era el odio que sentían los españoles contra Manko II que un día secuestran a su hijo Tito Cusi Yupanqui y a su esposa Qory Oqllo en la zona de Oronjoy _Vilcabamba_. Pero ¿quién  realiza esta acción? Fue nada menos que su cuñado y hermano Paullo inka; este  
Ollantaytambo se había convertido en el cuartel general de Manko Inka justamente por eso: estaba exornado con cientos de caballos disecados y doscientos calaveras de españoles colgados de las barbas.
‘’Para los hispanos Qory Oqllo era una pieza clave y valiosa. Ellos sabían cuánto la amaba el gran rebelde. De allí que se la  guardó en rehenes para imponer a Manko una rendición,  doblegándole  por el lado de sus sentimientos. Difíciles momentos los que debió pasar Manko, cuando los españoles le ofrecían la vida de su mujer y de sus hijos, a cambio de que él se rinda y entregue. Tremenda y violenta lucha intima entre el deber y sus afectos; pero Manko, inclinándose al llamado de su pueblo, escogió  el  camino más difícil: el deber, en la seguridad de que ella compartiría esta dura decisión. Así fue, Qory Oqllo comprendía cabalmente la magnitud del gesto. Aceptó  valerosa y serenamente su sacrificio’’.
El famoso Ollantaytambo, convertido en fortaleza, fue escenario de uno de los numerosos triunfos alcanzados por Manko II sobre las huestes españolas, quien se apoderó de la  fortaleza con más de 100,000 soldados principalmente antisuyanos. Mientras que los españoles bajo la conducción de Hernando Pizarro, el jefe más experimentado de la guerra, marcharon con 60 jinetes y el apoyo de treinta mil hombres.
‘’En aquel ciclópeo escenario se atrincheró la infantería de Manko II luego comenzó a disparar miles de flechas contra los españoles. Desde la altura del cerro Pinkulluna soltaron miles de galgas que hicieron retroceder a los centauros españoles, finalmente los tawantinsuyanos vencieron a los castellanos cuando éstos intentaban capturar a Manko Inka en la plaza de Ollantaytambo. Después los andinos bajan como tempestades de la  fortaleza de Ollantaytambo y cerros aledaños para contrarrestar a los invasores trabándose  en un feroz combate en la plaza y calles de Ollantaytambo y zonas aledañas. Manko Inka dirige la batalla montado en un caballo que había despojado a los españoles. Los tawantinsuyanos disparan  los proyectiles con sus hondas a las cabezas de los caballos   y a de los invasores. Una parte de los autóctonos  se adentró hacia la zona de Pachar para sembrar gran cantidad de espinas en el camino y también desviar el rio Vilcanota con la finalidad de hacer imposible el retiro del ejercito castellano. Hernando Pizarro no pudo soportar la carga de los andinos, entonces retrocede; pero, en el camino encuentra gran  cantidad de obstáculos: piedras y espinas. A la retaguardia de los españoles, montando su caballo, iba Alfonso de Meza conteniendo la arremetida de los inkas. Los españoles, desesperados por fin llegan al rio Vilcanota y lo cruzan en la zona de Pachar, se internan en la quebrada de aquel lugar para luego dirigirse a Maras. Sólo así lograron su salvación’’.
‘’El asesinato de Qory Oqllo se tramó con pasmosa sangre fría, bajo la responsabilidad de Francisco Pizarro en complicidad con su hermano Gonzalo. Pero antes de matarla, en el camino de Orongoy a Ollantaytambo, la soldadesca española ebria de violencia intentó violarla, ella defendió su honor embadurnándose el cuerpo con excremento humano de modo que los españoles sintieran asco al acercársele. Sin embargo parece que en forma brutal, ayudados por los esbirros,  consiguieron su propósito el joven Gonzalo Pizarro y Antonio Picado’’.
‘’Antes de que la maten Qory Oqllo, repartió sus joyas y rogó a los suyos que, apenas la hubiesen matado los españoles, echasen las reliquias de su cuerpo en un serón rio debajo de Yukay’’.
‘’Francisco Pizarro dio orden para que los Kañaris eliminen a Qory Oqllo. Efectivamente éstos en primer lugar varearon a la mujer y luego la flecharon en la plaza de Yukay’’.
Mientras tanto su marido el inka Manko II seguía combatiendo contra los españoles en la abrupta zona de Vilcabamba.
‘’Así acabó una heroína ignorada, mártir de la estirpe inmortal de los inkas’’.

No hay comentarios:

Publicar un comentario