ORIGEN DEL SAGRADO
ARBOL DE KEUÑA
El capitán keuña fue un soldado fiel al emperador Ajamama,
quién comenzó a distinguirse como un hombre osado, valeroso, inteligente y
sobre todo simpático militar _pese que provenía de una cuna muy pobre_ el
soberano depósito toda su confianza en el capitán Keuña por que en repetidas y decididas batallas había demostrado su
fidelidad y respeto al emperador.
El soberano se encontraba en el ocaso de su existencia, su preocupación latente era: quien heredaría su gobierno,
puesto que su prole aún era infante. Pero su esposa se encontraba en la
flor de la juventud.
Después de cada batalla ganada, el rey Ajamama y el capitán
Keuña solían reunirse en el palacio para
festejar un triunfo con agradables potajes de carne y abundante chicha de maíz.
Cierto día, el soberano Ajamama _después de festejar un
triunfo contra los aguerridos Pucyuras_ se fue a descansar a su alcoba, puesto
que todo el día había bebido, y se encontraba completamente embriagado. El
emperador, exigido por las necesidades fisiológicas, despertó; y se dio cuenta
que su esposa Panty no estaba a su lado. De inmediato se levantó de la alcoba,
se enrumbó por los pasadizos del palacio
hacia una cancha o corral para cumplir sus necesidades. Pero llegaron a sus
finos oídos, unos gemidos y platicas amorosas que provenían de la habitación
del capitán Keuña. El soberano se imaginó que su capitán se encontraba con una de las tantas
concubinas haciendo el amor; sin
embargo, conforme se iba aproximando a la puerta de la habitación de Keuña,
reconoció la voz de su esposa, quien se encontraba en la cama con el capitán keuña. Ajamama no soportó la tremenda deshonra a su persona; en efecto,
ofuscado por las circunstancias, empujo la puerta de cuero, luego se
abalanzó encima de ellos, con la
intención de ahorcarlos con sus propias manos, pero se lanzó al vacio. Los
amantes aprovecharon este lapso de tiempo para salir de la habitación y fugar
con rumbo desconocido.
El soberano, después que se levantó del piso, pidió auxilio para capturar a los
fugitivos, pero, como ya era de noche, la reacción de los soldados fue muy
lenta
Al día siguiente, no solamente sus gobernados estaban tras
de los fugitivos, sino también, sus enemigos, porque los fugitivos habían
quebrantado una ley universal de todos los pueblos.
El ejercito de Ajamama se había dividido por pelotones,
quienes se encontraban en los diferentes valles del Qosqo. De pronto llego la noticia de Panty había sido capturada por un destacamento
militar en un lugar lejano; mientras que Keuña aún había podido fugarse
protegido por un buen grupo de personas de sus confianza.
Como por el problema del emperador Ajamama todos los
señoríos se habían unido incluso hasta sus enemigos ¿acaso este problema no
había sido el germen para confederarse y dar la formación al imperio
tawantinsuyano?
Presto, Panty, fue conducida por la soldadesca del señorío
Quiquijana ante el soberano Ajamama. Él se inhibió de juzgar a su esposa, y llamó a los soberanos de los
señoríos vecinos para que juzguen a
panty por el delito que había
cometido. Así llegaron los reyes de sus respectivos dominios acompañados por
sus comitivas, quienes, después de agruparse en una habitación dijeron a una
solo voz, mirando a panty ¡Warari! ¡Warari!.
¿Qué significaba Warari? Warari proviene de la palabra
quechua wakariy que significa: llora, sufre, angustiante ¿y cómo es Warari?.
Warari es una gruta profunda llena de estalactitas, y de la bóveda bajan
goteando continuamente aguas nevadas que la cubren. Dentro de la gruta hay
caprichosas figuras como de cóndor, zorros, etc. El frio es penetrante y el
silencio desespera. La gruta se encuentra en el paraje de Livitaca, provincia
de chumbivilcas, departamento de Cusco.
Panty, fue juzgada, llevada a Warari y encerrada en esa
gruta.
El ejército multinacional seguía buscando al díscolo Keuña
por las diferentes comunidades, pero alguien notificó al ejército que el rebelde se encontraba
cercado en una quebrada de Pillpinto. El ejercito del rey de Quiquijana marcho
a reforzar los destacamentos confederados.
El fugitivo Keuña había aprendido tanto el arte y ciencia de
la guerra, pues cada rato se burlaba de los cercos de aniquilamiento que le
tendían en la quebradas para atraparlo y liquidarlo; pero, en los diferentes
enfrentamientos, siempre salía airoso; sin embargo, iba perdiendo apoyo puesto
que la gente se iba retirando de sus contorno. Sus fuerzas, paulatinamente,
iban mermando. Mientras que el ejército
de Ajamama seguía multiplicándose por todos los rincones.
El capitán Keuña había aprendido la guerra en el mismo
teatro de las operaciones punitivas,
pues atraía a sus enemigos con su poca contingencia a los lugares que le
convenían, luego les atacaba con una ferocidad inaudita lanzando sus terribles
galgas, hondas y flechas, matando a muchos de sus atacantes hasta crearles
desconcierto, zozobra y fuga.
Panty, paulatinamente, comenzó a sentir efectos del frio y
la soledad. Solamente al medio día, recibían ráfagas de rayos solares que ingresaban por un socavón de la
bóveda, y en las noches no la dejaban dormir, las goteras y sonidos fantasmales
que producían los céfiros nocturnos. De día veía algunas extrañas figuras _ de
la formación de las estalagmitas y estalactitas_ que la horrorizaban. Había
momentos que gritaba desesperada, más los ecos de su voz deformada la horrorizaban; también, había momentos en que
se arrepentía de corazón por el delito que había cometido; mas por otro lado _
en sus momentos de sosiego_ su corazón seguía manando un amor pasional por Keuña.
Finalmente keuña fue
cercado por el ejército de los confederados, el díscolo ya no tenia
escapatoria entre la cantidad de
batallones; sin embargo, tuvo el valor de no entregarse, tampoco de rendirse;
como se encontraba en una situación desventajosa, aún dio valor a su ejercito, y
aguardó la salida de la luna para atacar
al flanco más débil del enemigo con a remota esperanza de fugar.
Las amarras que sujetaban las muñecas de las manos de
Panty se habían hinchado por la excesiva
humedad reinante. Ella, había perdido la
esperanza de liberarse, pese a que había intentado _haciendo mil esfuerzos_
soltar los nudos de los lazos de cuero
de llama. En esas circunstancias, Panty comenzó
a sentir fuertes dolores de parto ¡estaba embarazada! Panty hacia tiempo
había mantenido relaciones clandestinas con el simpático y joven Keuña.
Después de una batalla sangrienta, a Keuña le quedaban
contados soldados, ya no tenía escapatoria; definitivamente estaba condenado a
morir. Empero, aguardaba las primeras luces de la mañana para decidir: Rendirse
o seguir peleando. El ejército
confederado se había consolidado y fortalecido. Ellos también aguardaban
el alba para arremeter definitivamente
contra Keuña.
Repetidamente, de la vagina de Panty comenzó a descender a
borbotones, sangre roja; es esas circunstancias
dolorosas y cruciales emergieron
gran número de zorros famélicos, que la atacaron por diferentes flancos
disputando comerse al ser que se venia a este mundo. La mujer con gritos
terroríficos, espeluznantes y con contorsiones extremas intentaba defender al
fruto de sus entrañas
Después de la batalla cruenta, únicamente quedó con vida
Keuña, quien aún tuvo valor de abrirse un sendero matando a muchos de sus adversarios con su makana hasta
que, finalmente, agarrando un cuchillo de uno de los soldados muertos, se clavo
en el corazón. El capitán cayó de bruces, y su cuerpo se convirtió en un tronco rojizo lleno de cascaras. Los soldados estaban tan
furiosos, que lo cortaron pedazo por pedazo, lanzándolos a diferentes lugares.
De estos pedazos de troncos brotaron las extrañas plántulas, Esta planta, después,
fue considerada planta sagrada por su
dureza y belleza.
El fruto de las entrañas de Panty fue devorado por los
zorros.
De esta manera dolorosa, el amor que protagonizaron Panty y
Keuña todavía queda en el recuerdo del pueblo del Qosqo.

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