
Un robusto puma se propuso llenar su panza a costa de la vida de algunos conejos, diciendo: “Hay cientos de orejones aquí, los esperare oculto, es por aquí donde por donde salen y entran a su madriguera”.
Se encontraban preocupados muchos conejos y otros hasta desesperados. Eran varios de sus hermanos que salieron en busca de hierba fresca y medicinas, de todos solo regreso un pequeño grupo los demás fueron devorados.
Toda la población de conejos estaba en emergencia, reuniéndose permanentemente en busca de solución ¿un conejito deberá enfrentarse a un gigante puma? Y ¿resignarse a morir en su panza? ¿Morir de hambre? El enemigo tiene poderosas garras bien afiladas, colmillos enormes, fortaleza muscular y agilidad en sus movimientos que le permite apoderarse de su presa con mucha facilidad.
Fue entonces que un conejo opinó “somos inferiores al puma, por lo que no podemos enfrentarnos, debemos abandonar esta casa todos juntos, cuando salgamos corriendo el felino atrapara algunos pero no a todos, la gran mayoría escapara en distintas direcciones y a distintos lugares, ¡sálvese quien pueda!” esta opinión fue aplaudida en un principio por todos los asambleístas, incluso algunos estaban de acuerdo en dar la vida para que los demás puedan salvarse. En ese momento un joven conejo se levantó y criticó por renunciar a la lucha y dijo “al escapar dejaríamos intacto al enemigo, seguirá siendo un peligro mortal”.
“Si cada uno pretendemos compararnos, nos lleva inmensa ventaja, porque individualmente no somos nada, pero si sumamos todas nuestras en un solo puño el puma temblaría de miedo” opino un anciano conejo.
Otro conejo opino “no comparto la idea de que “sálvese quien pueda”, ello significa egoísmo, desesperación. Es abandonar a los ancianos, enfermos y niños.
Yo “propongo abrir agujeros por la parte alta de la fachada, desde allí 30 hermanos entrenados lanzaran filudas flechas contra el puma, así lo derribaremos”.
- Si fracasamos- pregunto alguien.
- Solamente los cadáveres nunca fracasan. Respondió otro
- Si fracasamos volveremos a luchar desde el inicio, hasta vencer al enemigo- respondió una madre coneja
La mayoría aprobó esta sugerencia de los agujeros. Se prepararon bastante, minuto a minuto siempre con la participación de todos.
Ya llegado el día, a la voz de uno, dos y tres ¡ataque!, una lluvia de flechas se incrustó en el cuerpo del animal, trastabillo, quiso escapar, se arrastro y murió.
Así, eliminaron un gran problema. Cuando existe unidad el enemigo tiembla. Si se presenta un problema en la lucha volveríamos a luchar con más experiencia.
Esta valiosa experiencia sirvió para escribir libros y difundir a otros pueblos de congos, con el fin de que se organizaran y resolviéramos mil problemas. Pues no debemos creer en superhéroes en súper conejos esos personajes no existen en la vida real.
-
Se encontraban preocupados muchos conejos y otros hasta desesperados. Eran varios de sus hermanos que salieron en busca de hierba fresca y medicinas, de todos solo regreso un pequeño grupo los demás fueron devorados.
Toda la población de conejos estaba en emergencia, reuniéndose permanentemente en busca de solución ¿un conejito deberá enfrentarse a un gigante puma? Y ¿resignarse a morir en su panza? ¿Morir de hambre? El enemigo tiene poderosas garras bien afiladas, colmillos enormes, fortaleza muscular y agilidad en sus movimientos que le permite apoderarse de su presa con mucha facilidad.
Fue entonces que un conejo opinó “somos inferiores al puma, por lo que no podemos enfrentarnos, debemos abandonar esta casa todos juntos, cuando salgamos corriendo el felino atrapara algunos pero no a todos, la gran mayoría escapara en distintas direcciones y a distintos lugares, ¡sálvese quien pueda!” esta opinión fue aplaudida en un principio por todos los asambleístas, incluso algunos estaban de acuerdo en dar la vida para que los demás puedan salvarse. En ese momento un joven conejo se levantó y criticó por renunciar a la lucha y dijo “al escapar dejaríamos intacto al enemigo, seguirá siendo un peligro mortal”.
“Si cada uno pretendemos compararnos, nos lleva inmensa ventaja, porque individualmente no somos nada, pero si sumamos todas nuestras en un solo puño el puma temblaría de miedo” opino un anciano conejo.
Otro conejo opino “no comparto la idea de que “sálvese quien pueda”, ello significa egoísmo, desesperación. Es abandonar a los ancianos, enfermos y niños.
Yo “propongo abrir agujeros por la parte alta de la fachada, desde allí 30 hermanos entrenados lanzaran filudas flechas contra el puma, así lo derribaremos”.
- Si fracasamos- pregunto alguien.
- Solamente los cadáveres nunca fracasan. Respondió otro
- Si fracasamos volveremos a luchar desde el inicio, hasta vencer al enemigo- respondió una madre coneja
La mayoría aprobó esta sugerencia de los agujeros. Se prepararon bastante, minuto a minuto siempre con la participación de todos.
Ya llegado el día, a la voz de uno, dos y tres ¡ataque!, una lluvia de flechas se incrustó en el cuerpo del animal, trastabillo, quiso escapar, se arrastro y murió.
Así, eliminaron un gran problema. Cuando existe unidad el enemigo tiembla. Si se presenta un problema en la lucha volveríamos a luchar con más experiencia.
Esta valiosa experiencia sirvió para escribir libros y difundir a otros pueblos de congos, con el fin de que se organizaran y resolviéramos mil problemas. Pues no debemos creer en superhéroes en súper conejos esos personajes no existen en la vida real.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario