
EL CUIDANTE DE CHOCLOS
En un
pueblo de Urubamba había una pareja de esposos ellos tenían una gran cantidad de chacras de maíz un día
pablo el esposo, junto con sus vecinos fueron a un campo ahí encontraron un
esqueleto pero se sorprendieron al ver que no tenía el cráneo de pronto Pablo grito ¡aquí está la cabeza! Todos
se preguntaron de quien podía ser tal vez de un indio dijo Mariano no importa
de quien sea dijo Pablo me lo voy a llevar.
Ya en
su casa Pablo le hizo un altar al cráneo hasta hizo una fiesta en su honor “
ahora tu padrecito eres parte de la familia espero que nos cuides” con estas
palabras Pablo le encomendó el cuidado de su familia y sus bienes ahora hay que
prenderle todos los días velas a nuestro cuidante de choclos no debe faltarle
flores dijo Pablo ordenando esto a sus
hijos cubrió la cabeza con una tela negra, cada día los hijos de Pablo
arreglaban el altar de aquella cabeza y cuidaban de que no le faltara velas
encendidas ni flores.
En el pueblo corría el rumor de que un ladrón estaba robando los maizales
entonces pablo se dirigió al altar de la calavera y le dijo. Ahora padrecito mío
que la chacrita está en peligro es tu turno de trabajar tienes que
cuidar, que nadir nos robe el maíz recuerda que yo y mi familia te hemos
cuidado muy bien y no te ha faltado nada. Esa misma noche el ladrón entro a la
chacra de Pablo y como un espitó calladito y sigiloso empezó a robar todo lo
que pudo cargar en su saco cuando iba a salir de la chacra alguien le agarro la chompa de atrás el cayó al suelo y vio que no había nadie
y se asustó mucho de pronto un viento helado le rozo la cara y escucho una voz
que decía suelta el saco y vete el cuerpo del ladrón empezó a temblar pero se levantó
del suelo y quiso salir pero otra vez agarrón la chompa del ladrón y lo golpearon en el suelo, lo ataron con una
soga.
Pablo y su esposa salieron temprano cuando aún
estaba de madrugada con su sombrero un poncho y un cigarro en la mano al entrar
a la chacra vieron sorprendidos al ladrón atado de pies y manos junto a un saco
lleno de choclos Pablo lo desato y le dijo ¡carajo como te has atrevido a robarme! Vete de aquí y no vuelvas o si no llamare a todos y ellos
no tendrán compasión de ti el ladrón se levantó
y se fue y nunca más volvió ahí un viento helado rozo la cara de los esposos y una voz les dijo “he
cumplido patroncitos ahora si me necesitan solo díganme “Pablo se quedó frio
pero luego de recuperarse se fue contento a su casa junto con su esposa e hijos
desde entonces la casa y la chacra son cuidados por el indio.
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