
Hacia buen tiempo habían espigado los trigales. Estaba próximas la cosecha, la siega del trigo la habían realizado personalmente, el viernes. Ahora les tocaba trasladar a la era, pero para trasladar se necesitaba gente, menos la tenían por que en ayni habían ido a trabajar a muchas casas por tanto les debían, solamente, para el traslado le faltaba notificar y citar la fecha para el acarreo del trigo.
Su mujer, hacia buen tiempo que había partido a la
eternidad, él la quería con el alma, en cada lagrima de sus hijos, recordaba a
su finada esposita. Ahora para sus vástagos tenia que hacer de madre y Padre,
levantarse temprano a preparar el desayuno y almuerzo para todo el día, luego él partía para hacer ayni en los sembrios
, en el traslado de chala, en la roturación de las tierras baldías;
retornaba a su casita muy preocupado por
sus retoños y a veces les encontraba llorando, con refrios y fiebres altas.
Manuel corría hacia el fogón para prepararles un matecito.
Hermelinda, una mujer llena de cualidades, le servia a su
marido desde el amanecer hasta el anochecer. Lucas, todos los días partia a
trabajar a la cooperativa y a la hora de almuerzo llegaba Hermelinda cargada de
mote y chicha y jalando el potaje. Ellos a la hora del descanso disfrutaban,
comentando el porvenir de sus hijos,dela fecha de las faenas agrícolas, de las
próximas lluvias y cosechas.
Habian sido cooperativas, porque los progenitores de Lucas y
Hermelinda fueron eternos servidores de la hacienda Moyoq y, para esta familia, con la reforma agraria su
situación no había variado puesto que el sistema de trabajo seguía igual, a
veces, hasta peor; sin embargo, para los dirigentes la vida si había cambiado
puesto que ellos ya no trabajaban en el campo y ahora se dedicaban a
administrar la cooperativa.
Habian engordado, porque la dirigencia se movia en carros, y
se olviadaron de su pobreza; a los runas calmaban su hambre con chicha y trago en algunas fechas
significativas; en fin, la situación estaba peor.
¡El sol resplandecía!
Los maizales estaban siendo deshojados y trasladados en
camiones al tendal, las mazorcas llenaban las inmensa pampa, las gentes comentaban: esta cooperativa
cuànta plata todavía agarrarà ; desgraciadamente, para los runas nada iba a quedar,
los dirigentes què negocios sucios harian, sin embargo , estas gentes siempre andan fingiendo pobreza.
La faena agrícola avanzaba, niños, mujeres y hombres
trabajaban a una voz, al medio se sentaban, como moscos sobre la carne, para
intercambiar diferentes potajes y en el centro una manta de mote albo, luego,
para cerrar, vasos de chicha y trago.
Lucas estaba de cargador, _subía al camión los costales de
maíz-, animados cargaban a la carrera y en competencia; las chichas daban animo,
los tragos, mejor todavía; las bromas de doble sentido era cosa común; en eso,
el camión rojo arrancó con el maíz, Lucas por un descuido se precipitó de cabeza al suelo y la caída fue mortal, se había quebrado la nuca, la gente se agolpó para socorrerle; era tarde, estaba muerto.
La misma noche lo velaron en la cooperativa, al dia
siguiente fue llevado al cementerio, llovieron
discursos de promesa para ayudar a la viuda, bebieron los runas chichas
y tragos en abundancia, la institución gastó todo para el entierro.
Por fin Manuel, con mucho esfuerzo, hizo traer las cargas de
trigo de las alturas de Wayllabamba. Desde esta fecha para Manuel se
multiplicaron las obligaciones puesto que tuvo que dormir en la era, cuidando
el trigo, en las noches tenia que ir a su casa a fijarse de la situación de sus
hijos huérfanos, recordaba los momentos en que
necesitaba el apoyo de su linda y adorada mujercita que ya descansaba en
paz, a veces las lagrimas le caían, cuando soñaba con ella, que estaban
juntitos en un solo nido junto a sus pichones, pero al despertar, nuevamente,
la pesadumbre se le venia.
Hermelinda, todavía vivía de la esperanza que los socios de
la cooperativa le iban a colmar de productos para la mantención de sus hijos;
pero no asomaba el día en que lleguen sus productos; paulatinamente, se le estaban agotando por que su finado esposo le había dejado en
el troje. Hermelinda, para paliar el hambre de sus hijos solía ir de cocinera a
la casa de los vecinos, principalmente,
en los trabajos del campo puesto que ella no tenía un surco de tierra para
decir que era propietaria. La gente se compadecía de Hermelinda por que los
dirigentes de la cooperativa la habían descalificado como socia porque ya no
participaba en las faenas como un hombre.
Don Manuel después de pisar varios días el trigo en la era,
con un yunta de ganado por fin, comenzó
con la limpieza del producto aireando con las horquetas. Después de este
cometido, Manuel se decidió llamar a algunas
amistades para que le ayuden a ensacar después de la ceremonia. Para tal efecto
trajo una botella de aguardiente para invitar a sus colaboradores mientras que, en una trilla cercana, un grupo
de campesinos bebiendo chicha comentaban.
_Da pena la situación de nuestro hermano Manuel, con sus
cinco hijos a la espalda, para trabajar tiene que estirarse a todo lugar, ya
pasan años de viudez, èl debe conseguir
una esposa.
_Pero ¿què mujer puede quererle con tantos hijos menores?
_Mira, la pobre Hermelinda, ahora pasa suma penuria también
con sus cinco hijos, las gentes dicen que esa mujer es ‘’silla de carga’’.
_Ah, verdad ¿por què no le sugerimos a Manuel que enamore a
Hermelinda?
_Esta bien _dijo Julian Torres.
El cielo arrebolaba, después de ensacar las cargas de trigo Manuel se retiró a su bohío arreando a
las bestias.
Juliancha, era un hombre de mil venturas, estaba llamado a
servir a la patria, muchas veces vino la policía en su busca, èl siempre se
fugaba. Pero un dia cayó en las manos de la policía y, fue llevado como recluta
para servir a la patria. Asi en un momento de
descuido se aventó al riachuelo
Tullumayo, y se metió al sifón, el
policía corrió tras Julian para
capturarlo. El resto de los reclutas aprovechò para fugarse. Julian caminò en
la oscuridad del túnel y llegó hasta el rio Vilcanota, el frio le mataba, esperó la noche para salir del sifón. Esta fue una burla màs a la policía.
Después de la conversación de los vecinos de Manuel
Juliancha tomó la decisión firme de unir
a Hermelinda y Manuel; en efecto, con días de anticipación planificó cómo unirlos.
Un dia se presentó en casa de Manuel con el pretexto de
solicitarle que le ayude a trabajar. Después de un corto dialogo le dijo:
_Manuel. ¿no sabes?
_Què?
_Le he conversado.
_Adivina,.
_Pero ¿Què cosa voy adivinar?
_Sabes, Hermelinda está enamorada de ti.
_Quien ha dicho ¿cómo lo sabes?
Julian dejó a Manuel con una incógnita en su mente, él después de la platica se fue en busca de
Hermelinda. A ella la encontró en la casa de su madrina Cristina: Cocinando
para los trabajadores. Julian se metió en la cocina llevando una soga simulando
ayudar a la señora Cristina en sus trabajos. El muy bandido Julian buscó una oportunidad para decirle:
_Hermelinda.
_¿Què quieres?
_Estàs bella como una flor
_Ya… Siempre tu con tus bromas
_Es cierto, lo que te estoy diciendo, pero quiero decirte una cosita.
_¿Què cosita?
Hermelinda pensó que Julian le iba a proponer algo de amor
_el cholo bandido a su mujer la había dejado plantada en la puerta de la
iglesia el día de su matrimonio; el bandido dejó a su novia arguyendo que tenia
deseos de miccionar y, con ese disimulo, salió para no más aparecer, le aguardaban al cholo sus padrinos, el cura,
que cansado tuvieron que retirarse_.
_Hay un hombre que está enamorado de ti.
_¿De mi? Quien se va fijar en mi persona.
_Si, de ti.
_Por favor Juliancito. Dime ¿Quién es?
_Ja, Ja, Ja, _ se carcajeo
Julian al ver la preocupación de la mujer; seguidamente lla dijo algo
atormentada.
_Tù, te estas burlando de mi.
_No . Es cierto.
_Ah. Me voy, te has burlado de mi.
_No, espera, un rato.
_No. Tù te estàs burlando
_Es cierto, sabes ¿Quién està enamorado ¿ Es Manuel Cuyro.
Hermelinda, cuando escuchò el nombre de Manuel: sonrio y
hasta se ruborizó; luego se retirò a su chosa con la idea en Manuel: Ella
durante la noche pensó: ‘’Si te propusieras vivir conmigo te serviría como una
esclava, sè que tienes terrenito, construiremos una casita para los dos’’.
Manuel, en pocos días había transformado, iba al encuentro
de Hermelinda muy bien afeitado y aseado. El bandido Juliancha al verlos a los
dos en el pueblo decía: Creo que pronto la vacuna va prender. Hermelinda
igualmente muy bien trenzadita y aseadita intentaba ir en ayuda de los
familiares de Manuel.
Un dia, don Mariano Cuyro tenia la siembra de maíz y había
solicitado a su sobrino Manuel que le ayudase a sembrar. Despues de
almorzar en la casa partieron a la
siembra con otros trabajadores màs. De pronto, llegó Hermelinda a la casa de
don Mariano, con deseos de ayudar en la cosina. Ella fue muy bien recibida
puesto que faltaban mujeres para cocinar. Cuando llegó la hora del picante,
Hermelinda partió hacia la chacra llevando el potaje, justo cuando los
trabajadores descanzaban debajo de un árbol de capulí para yantar el picante.
Hermelinda sirvió a los trabajadores un agradable palto de nabo. Manuel no
dejaba de admirarla a Hermelinda, ella, de igual manera, no cesaba de mirarle
de reojo. Cuando culminaron de yantar, la mujer retornaba a la casa de don
Mariano, pero con el corazón partido de amor; mientras que Manuel se quedó como
una avecilla herida, que no podía dejar de pensar en Hermelinda.
Por fin llegó la noche, los trabajadores después de culminar
con la siembra, llegaron a la casa de don Mariano, ellos, después de manducar
la rica merienda bebieron abundante chicha y aguardiente, ya a solas Manuel le
dijo a Hermelinda:
_Herme, te amo.
_Ja, Ja, Ja, ¡No me
hagas reir!
_Esta noche quiero robarte.
_¡Ja, Ja, Ja, no me hagas bromas!
_¡Esta noche quiero llevarte a mi choza!
_¡Ja, Ja, Ja, què gracioso eres!
_¡Esta noche quiero hacerte mia!
_Ja, Ja, Ja, què burlón eres!
Hermelinda le daba golpesitos en el brazo y Manuel le
aprovechaba para responderlo.
Después de la jarana, el par de palomitas se perdieron en
los matorrales, soló la oscuridad quedó como testigo.
Al dia siguiente, Hermelinda despertó convertida en la dueña
y señora de la casa de Manuel. Juliancha rondaba como el zorro buscando
noticias para reírse.
Los dos amantes se unieron para siempre, el hogar había
aumentado y comenzarían con la segunda partida.
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