LA BRUJA Y LOS
LEÑADORES
Un día, los esposos cayeron enfermos gravemente. Como no tenían dinero, no pudieron acudir donde
un facultativo; entonces determinaron
medicinarse ellos mismos, con yerbas y algunos emplastos. La salud de los enfermos se agudizo aun más. Pronto, la despensa comenzó
a agotarse y ya no tenían que comer.
Los dos hijos menores de los enfermos, ofrecieron ir ala montaña y traer
leña para la manutención de los progenitores, Pero ellos se
opusieron por que todavía eran muy tiernos.
Sin embargo los hermanos se encapricharon,
y marcharon llevando un poco de fiambre, consistente en papitas sancochadas y mote .Para
traer la leña llevaban una pequeña hacha y dos soguillas de maguey.
Cuando llegaron a la cumbre de la montaña, no encontraron leña en abundancia. Entonces
se dirigieron hacia una vertiente, en cuyo lugar encontraron exuberante vegetación. Ellos, después de yantar el fiambre,
se pusieron a recoger la leña , luego de arrumar , empezaron a liarla con las sogas . Ellos estaban muy alegres,
pero cuando la cargaron, experimentaron cierto peso. Pero, como sus padres y
ellos necesitaban dinero, para comprar productos para su alimentación y, sobre
todo, para los medicamentos de sus padres, no escatimaron ningún esfuerzo, y
empezaron a escalar la cuesta pesada…
El calor del sol y la sed,
los maltrataban. Cuando mas pasos
daban, la carga se les hacia mas pesada. Hasta que, a media cuesta,
determinaron quitarse la mitad de leña; luego miraron con pena cómo parte de la carga se quedaba en medio camino.
Ya era tarde, y se encontraban
extenuados por el cansancio y hambre.
Cuando estaban por culminar lacumbre, les sorprendió la noche ..Ellos
completamente desesperados no sabían
donde meterse, por que sombra de la noche
y las neblinas, les cerraron el
camino.
Los enfermos se pusieron más delicados de preocupación por sus hijos pero, como
estaban muy mal, no pudieron ir en alcance
de los niños.
Después de llorrar moco tendido, los leñadores determinaron
subirse a un árbol, para refugiarse.
Para estar cómodos en las ramas del
árbol, se amarraron de la cintura
con las sogas de maguey y luego
estuvieron ala expectativa de los
acontecimientos nocturnos, por que estaban con la idea que pronto aparecería una manada
de pumas para atacarlos.
Súbitamente, Teófilo dijo:
-! Hermanito ¡Mira, hay una luz, ¿no será una casa donde
vive alguna persona?!Vamos ¡
-! Este bien-dijo el menor, y comenzó a desatar la soga de la rama del árbol.
Evidentemente
preocupados y desesperados,
descendieron hasta el suelo. Luego partieron en dirección de la casa…El miedo y la preocupación se les pasó, ¿Acaso se sentían
protegidos en la soledad de la montaña?
De pronto llegaron a
la puerta de la choza. Efectivamente,
dentro de la cabaña había una luz que se
reflejaba hacia el exterior. Tanta era la desesperación de ellos, que comenzaron a tocar la puerta con sus puños. Pronto respondió una extraña voz de ultratumba, diciendo:
-! Adelante, empujen la puerta ¡
La hoja de la puerta, de madera tosca, cedió; los leñadores
armados de la pequeña hacha, ingresaron a la amplia habitación de paja. Presto, a la niña de los ojos de los
leñadores llegó la figura de una mujer sentada en el suelo. Tenia
grande trenzas nariz larga y ojos
hundidos y, en la puerta del fogón, hilaba una porción de lana en una rueca.
La mujer, al ver a los
niños, de inmediato se puso de pie.
Luego les invito a sentarse en unos
poyos de troncos viejos, mientras que se aproximo ala olla para invitarles una comida que hervía a borbotones. En la penumbra de la
noche, Teófilo diviso que dentro de la
olla habían huesos y cabezas humanas.
Cada niño recibió su ración de alimento en unos platos grandes, y como estaban de hambre, con la cuchara
empezaron a sacar las carnes del fondo
de los platos. Pero a los ojos de los
niños llegó que flotaban dedos de hombres, de manos y pies. Teófilo, aterrorizado,
echó la sopa hirviente al horrible
semblante de la mujer. Después emprendió veloz carrera, seguido por su
hermano…
La mujer gritó como
un trueno por la quemazón de la sopa. De inmediato se limpio y luego agarro un inmenso cuchillo y una piedra para afilar. Con estos dos
instrumentos, la femenina empezó a buscar
a los niños en la quebrada, produciendo amenazantes ruidos. Los niños en
su desesperación se habían subido a un árbol
gigantesco, pero fueron ubicados por la señora, quien comenzó a
rodearlos debajo del vegetal grueso y añoso.
La bruja desapareció
en un instante, aprovechando que los niños habían cerrado los ojos en las ramas del árbol. Al día siguiente,
ella apareció debajo del frondoso y gigante vegetal, ya no traía el cuchillo y
el afilador, sino una talega inmensa
.Luego de posicionarse debajo del árbol,
repentinamente gritó con una voz estruendosa. Súbitamente, de susto, Teófilo cayó
al fondo de la talega. La mujer de inmediato amarro a Teófilo, dentro de la talega,
para que no salga. Después de este hecho, la malvada dejo la talega al pie del gigante árbol y comenzó a trepar el gigante vegetal, con la intención
de capturar al otro niño. Pero, en este
espacio de tiempo, Teófilo aprovecho para
desatar la boca de la talega y liberarse. Cuando se vio libre, grito a
todo pulmón. La mujer, al sentir que una de sus presas se le escapaba, se precipito de
desesperación hacia el suelo. Teófilo
aprovecho para golpearla con el hacha en
la cabeza
Después que liquidaron a la bruja, los leñadores metieron el
cuerpo de la occisa en la talega.
Seguidamente empezaron a arrastrarla
hacia la choza , con la finalidad de dejarla ,por que no querían comprometerse con la muerte de la
femenina .Cuando ingresaron a la cabaña, a plena luz del día , encontraron en
el fondo de la habitación encontraron una gran cantidad de osamentas humanas
que servían de leña seca , al lado del fogón .Ellos completamente
nerviosos tuvieron el valor de meter el cadáver
de la mujer al fogón . De pronto, la cabellera de la finada empezó a arder ,y
esta llama se convirtió en una paloma , que voló a un estante de la habitación y desde allí hablo de la siguiente manera :
-Gracias niños, he estado condenada a comer muchos hombres, por que he matado a mi madre embrujándola. Debajo de mi cama, están mis
joyas: ¡Llévenselas¡
Los leñadores, tranquilos y reconfortados se dirigieron ala cama de la bruja,
cuando voltearon la almohada encontraron
hermosísimas joyas de diamantes, oro,
plata, opalos…Ellos retornaron a sus casas, ya no cargados de leña, si no de joyas preciosas…

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