miércoles, 14 de abril de 2010

CALCA-FOLKLORE


El folclore calqueño es rico, principalmente el indígena.
En las fiestas populares, bajan de los ayllus las autoridades de la comunidad: el alcalde el Segunda y el Varayoq portando la vara, insignia de mando, con empuñadura y aros de plata con figuras esculpidas y los campesinos con sus pesadas monteras, luciendo vistosa indumentaria.
Algunos con capas y especie de levitas de largos faldones llamadas tabla casacas prenda típica de la región calqueña y la wara, calzón corto.
Singularmente atractivo para el turista, son los pallaes por la perfeccion del tejido, la policromía de los ponchos, que usan los regnícolas de las parcialidades de Pampallacta-Alta y Baja. El rojo emerge nítidamente. Las llikllas o mantillas de las mujeres son asimismo vistosas
En ciertas fiestas bajan de las comunidades campestres a la capital provincial, los wifalas, danzarines con disfraces cursis de largas y angostas telas blancas sujetas a los hombros, las que con los movimientos ágiles se levantan suspendidas en el aire. Wifala en quechua es alegría, jolgorio.
Al son de los pututos y profiriendo gritos al unisono, recorren plazas y calles, ingresando para presentar su saludo a los domicilios de las autoridades, principalmente al del alcalde, porque este es llamado el padre del pueblo.
En algunas festividades las comparsas de bailarines campesinos, con sus danzas de parodias bufa, ridiculizan a las autoridades y demás personas, al son de la música de pito, bombo y tambor y tañederos de arpa. En otras imitan a ciertos animales provocando hilaridad.
Asi el Chukchu, imita las convulsiones del enfermo de malaria o paludismo. El Chileno, es un danzante de amplio sombrero de paja, espuelas roncadoras y el corvo al cinto. El ukuku cubierto con la piel de oso, remeda sus pesados movimientos.
Los sikllas son agudas sátiras a los españoles coloniales, los magister, los togados y a los hombres pedantes, llevan chaqué, tongo, cuello estirado, corbata de lazada, libros viejos y disciplinas.
El saqsampillo maneja la honda. El chuncho, que hace parodia del habitante de la selva, viste con plumaje y por palo de chonta. El Collavino, remeda a los comerciantes de bayeta de la región del Collao (Puno). Los Waylacas, hacen mofa de las mujeres especialmente de las mujeres casadas poca afectas a ocupaciones domésticas.
Los majeños, se burlan de los arrieros y comerciantes embriagados. Tienen botellas en las manos tras el borrico con anclotes de vino.
Los k´achampas de atavió complicado: usan montera con cinta, mascaras de yeso, luengas vestiduras, un atado al espalda, chuspas o bolsas de coca y hondas (huaracas) con las que sostienen simulacros de lucha. El k`achampa es una reminiscencia de la danza guerrera incaica.
El que fuera profesor quechuologo cusqueño, Benigno Farfán, relata que en Paullo (jurisdicción de la provincia de Calca) los jóvenes practicaban una costumbre legendaria del sipas-trina o cierta forma de cortejar a la mujer quechua. En esa oportunidad se canta la siguiente copla.
Yanka mamay kawawaranki
Panti t`ica pallacuqta
Panti t`ica pallasqaipi
Yanayuc rikukuni.
La traducción es:
¿para que me enviaste madre
A recoger flor de panti?
Mientras recogía flor de panti
Me veo con un amante



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