
Constituye un hermoso conjunto de gran valor arqueológico.
La ciudadela se encuentra en una prominencia que domina tres quebradas. Sus edificios construidos sobre una explanada son de piedras pulimentadas y corresponden a la época incaica.
El torreón circular o Intiwatana (donde se amarra el sol), se observaba para la observación de los movimientos solares y fijar el calendario.
Además, existen en armonioso conjunto, plazoletas, salas, pórticos y escalinatas de fina factura: El atalaya desde donde se divisa el pueblo de Pisac, el sistema de andenerías para el cultivo y acueductos de irrigación.
A poca distancia se encuentra la población de Ancaschaca.
El notable arqueólogo francés Charles Wiener en su obra “Perou et Bolivia” (Paris 1880) hace una descripción del Intiwatana, el cual en su concepto era un santuario utilizado para la adoración del astro mismo.
El termino quechua Intiwatana significa el lugar donde se amarra el sol, Endroid óu l´on atache le soleéis.
Wiener dice también que existen santuarios solares a la vez que observatorios, en Quencacha y Vilcashuaman.
El antropólogo y arqueólogo cusqueño Antonio Lorena, al describir aquel conjunto refiere que existe un enorme bloque de tranquila forma vagamente circular, en cuyo centro se encuentran restos de dos cilindros pequeños verticales denominado gnomon,
Que servia para indicar los solsticios y equinoccios y que el material de construcción de esa ciudadela, que fue un pequeño reino o principado a semejanza de Ollantaytambo, es de tranquila porforoidea, artísticamente tallada.
Refiere el Dr. Lorena en su monografía “algunos materiales para la antropología del Cusco”, que examino una colección de cráneos de la región de Pisac, la que considera de mayor valor que otras, tantos por su antigüedad, cuanto porque las momias fueron extraídas de tumbas no violadas.
Halló cráneos braquicéfalos, dolicocéfalos “uno con trepanación parietal derecha y dos con perforaciones por procesos patológicos”.
Contemporáneamente, en un interesante trabajo sobre el mencionado monumento lítico, el Dr. Gustavo Moya Loayza, natural del pueblo de Pisac, afirma que es de forma cilíndrica y esta labrado en el macizo de la misma afloración rocosa y es el indicador del tiempo de acuerdo a la salida y puesta de sol.
El Dr. Víctor Angles Vargas, autor del libro “Pisac Metrópoli Inka” describe aquel complejo arqueológico. El notable publicista y profesor universitario. Le asigna a Pisac la alta calidad, capital de Metrópoli Inka.
En la entrevista realizada por el periodista Juan José Jiménez, diario “El Sol” (cusco 25 de marzo 1970), manifestó que entre las metrópolis keswas Eligio para su obra Pisac por grandiosa y sin par junto con Qosqo. El autor exclama: Pisac es un portento de arquitectura”, el Intiwatana fue el observatorio astronómico mas grande y trascendental del incario.
Tales afirmaciones son valiosas pues son hechas por el citado historiador y arqueólogo muy versado en la materia.
Las construcciones en el observatorio astronómico del Intiwatana son de piedra pulimentada en sus seis lados, parecidas con la perfección al Qoricancha y calle ahuacpinta del Cusco. Corresponden al estilo clásico, a la época del mayor esplendor del incanato (siglo XV)
Para relevar su importancia citare también al reputado arqueólogo e historiógrafo Dr. Luís E. Valcárcel quien con acierto vertio estas felices expresiones “Pisac ha surgido de la maraña y su extensión arquitectural sobrepasa hoy a Machupicchu” (1934)
La ciudadela se encuentra en una prominencia que domina tres quebradas. Sus edificios construidos sobre una explanada son de piedras pulimentadas y corresponden a la época incaica.
El torreón circular o Intiwatana (donde se amarra el sol), se observaba para la observación de los movimientos solares y fijar el calendario.
Además, existen en armonioso conjunto, plazoletas, salas, pórticos y escalinatas de fina factura: El atalaya desde donde se divisa el pueblo de Pisac, el sistema de andenerías para el cultivo y acueductos de irrigación.
A poca distancia se encuentra la población de Ancaschaca.
El notable arqueólogo francés Charles Wiener en su obra “Perou et Bolivia” (Paris 1880) hace una descripción del Intiwatana, el cual en su concepto era un santuario utilizado para la adoración del astro mismo.
El termino quechua Intiwatana significa el lugar donde se amarra el sol, Endroid óu l´on atache le soleéis.
Wiener dice también que existen santuarios solares a la vez que observatorios, en Quencacha y Vilcashuaman.
El antropólogo y arqueólogo cusqueño Antonio Lorena, al describir aquel conjunto refiere que existe un enorme bloque de tranquila forma vagamente circular, en cuyo centro se encuentran restos de dos cilindros pequeños verticales denominado gnomon,
Que servia para indicar los solsticios y equinoccios y que el material de construcción de esa ciudadela, que fue un pequeño reino o principado a semejanza de Ollantaytambo, es de tranquila porforoidea, artísticamente tallada.
Refiere el Dr. Lorena en su monografía “algunos materiales para la antropología del Cusco”, que examino una colección de cráneos de la región de Pisac, la que considera de mayor valor que otras, tantos por su antigüedad, cuanto porque las momias fueron extraídas de tumbas no violadas.
Halló cráneos braquicéfalos, dolicocéfalos “uno con trepanación parietal derecha y dos con perforaciones por procesos patológicos”.
Contemporáneamente, en un interesante trabajo sobre el mencionado monumento lítico, el Dr. Gustavo Moya Loayza, natural del pueblo de Pisac, afirma que es de forma cilíndrica y esta labrado en el macizo de la misma afloración rocosa y es el indicador del tiempo de acuerdo a la salida y puesta de sol.
El Dr. Víctor Angles Vargas, autor del libro “Pisac Metrópoli Inka” describe aquel complejo arqueológico. El notable publicista y profesor universitario. Le asigna a Pisac la alta calidad, capital de Metrópoli Inka.
En la entrevista realizada por el periodista Juan José Jiménez, diario “El Sol” (cusco 25 de marzo 1970), manifestó que entre las metrópolis keswas Eligio para su obra Pisac por grandiosa y sin par junto con Qosqo. El autor exclama: Pisac es un portento de arquitectura”, el Intiwatana fue el observatorio astronómico mas grande y trascendental del incario.
Tales afirmaciones son valiosas pues son hechas por el citado historiador y arqueólogo muy versado en la materia.
Las construcciones en el observatorio astronómico del Intiwatana son de piedra pulimentada en sus seis lados, parecidas con la perfección al Qoricancha y calle ahuacpinta del Cusco. Corresponden al estilo clásico, a la época del mayor esplendor del incanato (siglo XV)
Para relevar su importancia citare también al reputado arqueólogo e historiógrafo Dr. Luís E. Valcárcel quien con acierto vertio estas felices expresiones “Pisac ha surgido de la maraña y su extensión arquitectural sobrepasa hoy a Machupicchu” (1934)
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