
Los primitivos habitantes de la época preincaica y la comunidad campesina llamada Lliplleq, se ubicaron en la ladera del cerro hacia el oriente, para protegerse de las inundaciones del río Vilcanota. Kallka, fue el nombre de ese pueblo antiguo.
En razón que aun quedaban ruinas de las construcciones rudimentarias, ese lugar paso a nombrarse Raqay raqay, que significa en escombros.
Todavía existe de la antiquísima Kayak, el fortín o atalaya del Wanqoyruyoc desde donde podía observar el centinela los movimientos del enemigo. Pueblo belicoso, Calca podría situarse entre las antiguas ciudades llamadas baluarte
Una tradición lugareña explica la toponimia de K´llka en esta forma: comisionados varios regnícolas por los españoles para conocer la topografía de la región, ya que algunos preferían para la fundación de la ciudad un lugar distinto del Cusco, los enviados refirieron que Calca era un lugar pedregoso, Kayakan casqa habrían dicho.
El que la comarca de Calca se pedregosa, se debe a las piedras con aristas y cantos rodados, por haber sido lecho de río en una época remota.
Otra toponimia aborigen la hace derivar de Kalkarapun debido al represamiento del Wilcamayo, a causa de los deslizamientos de los cerros de Unuraqui y Urco, como es fácil observar murieron muchos a consecuencia de la inundación. Los sobrevivientes decían de los desaparecidos en ese siniestro, Kallkarapun “ha muerto”.
CALCA EPOCA INCAICA
La población incaica asentose donde se encuentra la actual ciudad que presenta un plano perfecto. Sus calles son rectas y anchas y revela de los diseñadores de ese tiempo su capacidad como expertos planificadores y urbanistas. Así mismo indica que allí habitó una población numerosa por la existencia de gran cantidad de muros en ambos frentes de la calle y, sobre los cuales, los usurpadores hispanos construyeron sus casas.
Refieren los cronistas que entre los primitivos fundadores de la ciudad del Cusco se contaban los Laris, Huallas y Poques. Otras versiones se referían a los Sawasiras y alqahuisas (las barrigas manchadas).
Estos pobladores oriundos de la zona, sostuvieron sangrientas luchas con los foráneos venidos con Manco Qapaq, quienes finalmente se apoderaron del Cusco. Según el publicista Carlos Romero, “tantas fueron las crueldades cometidas por los incas contra los Huallas, que según todos los historiadores “estos desaparecieron para siempre”.
Los nativos que quedaron buscaron otros lugares. Así los Laris habrianse instalado en la región que hoy es el distrito de Lares Calca; los Huallas cerca de Amparaes de la misma provincia y los Poqes se habrían establecido en la parcialidad de ese nombre del distrito de Lamay.En Calca también esta la alta cumbre del Sawasiray junto al Pitusiray, nombre acaso vinculado a aquellos ancestrales aborígenes.
El sabio antropólogo cusqueño Antonio Lorena, en el estudio la Medicina y la Trepanación Incanas, alude a las constantes luchas entre los Pomacanchis de la actual de Acomayo, los Kallkas de Calca y los Tampus, los Huattas de Urubamba, así como las armas de combate que empleaban: las Macanas, el liwi, la honda y las flechas, capaces de ocasionar considerables traumatismos craneanos.
Escribe el historiógrafo Pío Benigno Mesa, en su obra Anales de la Ciudad del Cusco, que Manco Qapaq, hacia el año de 1050, tuvo una considerable cantidad de guerreros que manejaban lanzas, arcos, flechas y porras y realizo la conquista y reducción de varias leguas al norte del Cusco, donde mandó a fundar veinte pueblos.
Como Calca queda al norte de la capital imperial, esta región quedó incorporada política y geográficamente al Cusco por el mencionado monarca.
Los antiguos calqueños fueron conquistados por el Inca Lloque Yupanqui, el zurdo memorable. Si nos atenemos a la afirmación del historiador Carlos Wiesse, que refiere que ese inca sometió algunas tribus en el valle de Vilcanota, Yupanqui habría reducido a los antiguos habitantes de Calca, ya sea en calidad de vasallos, o como pueblo confederado.
En razón que aun quedaban ruinas de las construcciones rudimentarias, ese lugar paso a nombrarse Raqay raqay, que significa en escombros.
Todavía existe de la antiquísima Kayak, el fortín o atalaya del Wanqoyruyoc desde donde podía observar el centinela los movimientos del enemigo. Pueblo belicoso, Calca podría situarse entre las antiguas ciudades llamadas baluarte
Una tradición lugareña explica la toponimia de K´llka en esta forma: comisionados varios regnícolas por los españoles para conocer la topografía de la región, ya que algunos preferían para la fundación de la ciudad un lugar distinto del Cusco, los enviados refirieron que Calca era un lugar pedregoso, Kayakan casqa habrían dicho.
El que la comarca de Calca se pedregosa, se debe a las piedras con aristas y cantos rodados, por haber sido lecho de río en una época remota.
Otra toponimia aborigen la hace derivar de Kalkarapun debido al represamiento del Wilcamayo, a causa de los deslizamientos de los cerros de Unuraqui y Urco, como es fácil observar murieron muchos a consecuencia de la inundación. Los sobrevivientes decían de los desaparecidos en ese siniestro, Kallkarapun “ha muerto”.
CALCA EPOCA INCAICA
La población incaica asentose donde se encuentra la actual ciudad que presenta un plano perfecto. Sus calles son rectas y anchas y revela de los diseñadores de ese tiempo su capacidad como expertos planificadores y urbanistas. Así mismo indica que allí habitó una población numerosa por la existencia de gran cantidad de muros en ambos frentes de la calle y, sobre los cuales, los usurpadores hispanos construyeron sus casas.
Refieren los cronistas que entre los primitivos fundadores de la ciudad del Cusco se contaban los Laris, Huallas y Poques. Otras versiones se referían a los Sawasiras y alqahuisas (las barrigas manchadas).
Estos pobladores oriundos de la zona, sostuvieron sangrientas luchas con los foráneos venidos con Manco Qapaq, quienes finalmente se apoderaron del Cusco. Según el publicista Carlos Romero, “tantas fueron las crueldades cometidas por los incas contra los Huallas, que según todos los historiadores “estos desaparecieron para siempre”.
Los nativos que quedaron buscaron otros lugares. Así los Laris habrianse instalado en la región que hoy es el distrito de Lares Calca; los Huallas cerca de Amparaes de la misma provincia y los Poqes se habrían establecido en la parcialidad de ese nombre del distrito de Lamay.En Calca también esta la alta cumbre del Sawasiray junto al Pitusiray, nombre acaso vinculado a aquellos ancestrales aborígenes.
El sabio antropólogo cusqueño Antonio Lorena, en el estudio la Medicina y la Trepanación Incanas, alude a las constantes luchas entre los Pomacanchis de la actual de Acomayo, los Kallkas de Calca y los Tampus, los Huattas de Urubamba, así como las armas de combate que empleaban: las Macanas, el liwi, la honda y las flechas, capaces de ocasionar considerables traumatismos craneanos.
Escribe el historiógrafo Pío Benigno Mesa, en su obra Anales de la Ciudad del Cusco, que Manco Qapaq, hacia el año de 1050, tuvo una considerable cantidad de guerreros que manejaban lanzas, arcos, flechas y porras y realizo la conquista y reducción de varias leguas al norte del Cusco, donde mandó a fundar veinte pueblos.
Como Calca queda al norte de la capital imperial, esta región quedó incorporada política y geográficamente al Cusco por el mencionado monarca.
Los antiguos calqueños fueron conquistados por el Inca Lloque Yupanqui, el zurdo memorable. Si nos atenemos a la afirmación del historiador Carlos Wiesse, que refiere que ese inca sometió algunas tribus en el valle de Vilcanota, Yupanqui habría reducido a los antiguos habitantes de Calca, ya sea en calidad de vasallos, o como pueblo confederado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario